Operando desde mi propia agenda
Escrito por Tammy Stanley
La mayoría de los adultos sabemos de lo que significa tener una agenda en nuestras conversaciones, y no es raro de que hablemos de que otras personas la tienen. Sin embargo, en mi primer fin de semana en el Programa de Equipos de Gestión y Liderazgo (TMLP) en Noviembre, fui introducida a un concepto ligeramente diferente, de que yo funciono desde mi propia agenda. Ya que como nunca había considerado este concepto, rápidamente asumí que probablemente no se aplicaba a mí misma. Sí, sí – Me imagino de que puedes ver la falta de autenticidad en este pensamiento!
Cuando me desperté en la mañana del sábado me sentía muy emocionada de empezar y asistir a la primera sesión en la gran sala de reuniones, hasta que me detuvieron en la puerta de entrada; me pidieron que dejase mi taza de té afuera. La oportunidad estuvo exactamente allí para que yo pudiera ver de cómo mi decepción y frustración eran resultado de operar desde mi propia agenda, pero en ese momento perdí la oportunidad de verlo, ya que yo sabía que el hotel si me permitía tomar el té en el salón siempre y cuando lo hubiese comprado en el hotel. Después de todo, esto ya no era que estuviese operando desde mi propia agenda, yo tenía una “buena razón” para estar molesta!
Durante la pausa del almuerzo del domingo, nuestro equipo (team) tenía muchas cosas que hacer y completar, y cuando llegué a nuestra sala de reuniones y me enteré de que íbamos a lograr todas esas cosas antes de que alguien fuera a recoger la comida que ya habíamos ordenado. Decir que me sentía infeliz por eso sería una subestimación muy grande. Cuando finalmente nuestro equipo llegó a completar todas las cosas que tenia que hacer, murmure: “muy bien, ¿podemos comer ahora?” Sí, retuve ese comentario de el resto de mi equipo, porque ya no quería hablar de otro pensamiento o emoción que retrasara la hora de comer por más tiempo! Hmm… Me pregunto, ¿Pudiera haber estado yo operando desde mi propia agenda? Necesito mencionar que me dije a mí misma que no lo era así porque yo tenía una buena razón – tenía hambre!
Cuando regrese a casa después del primer fin de semana, tuve un par de crisis en mi comunicación, específicamente alrededor de las peticiones de mi equipo. Por ejemplo, una petición que llegó por correo electrónico fue la de mandar nuestro proyecto juego en el mundo (GITW) a nuestros colegas comprometidos y a nuestro entrenador para una fecha y tiempo específico. Me confundí sobre la hora y fecha correctas. Me dije a mi misma que fácilmente podía justificarse eso en el primer trimestre del participante. Sin embargo, cuando finalmente opte por mirar lo que realmente era, a diferencia de mis historias y razones, vi que operar desde mi propia agenda era lo que me había estado frenando en mi camino – que cuando la petición llegó a través del correo electrónico, yo estaba muy ocupada con un proyecto de escritura y que decidí poner esa petición en existencia para otro momento. Ese “después” nunca sucedió, pero decidí que yo no estaba preocupada porque “tengo muy buena memoria”. Los invito a considerar de cómo mi gran memoria es muy buena para recordar las peticiones en términos de la forma en que funcionan mejor para mis horarios, y por lo tanto para mi propia agenda!
Cuando finalmente estuve presente a la manera en la que yo estaba operando, toda una nueva posibilidad se abrió para mí – la posibilidad de poner a un lado mi propia agenda y comprometerme completamente a ser la distinción Equipo! Surgió una situación encantadora – espacio y tiempo se presentó en mis horarios. De repente me encontré aprovechando las oportunidades para llegar a la gente y hacer una diferencia, en lo que antes yo estaba segura de que no tenía tiempo. Las oportunidades se presentaron como oportunidades en lugar de cómo “una cosa más que tengo que hacer.” Me sentí relajada acerca de tomar responsabilidades porque las conversaciones que yo no tenía tiempo para esas cosas en mi agenda ya no eran conversaciones en las que yo estaba envuelta.
No sólo experimente libertad en esta nueva forma de ser, sino también experimente la diferencia real que comencé a tener en los demás, al aceptar pedidos sin dudas y ofreciendo apoyo, donde antes me ocurrían como si yo estuviese demasiada ocupada. Pero la transformación más asombrosa se dio en una forma bastante inesperada. Durante años he querido que mi nuera se sintiese totalmente libre para hablar y estar conmigo como una de mis hijas, pero no importaba de cuántas veces auténticamente compartí mi falta de autenticidad de ser, sentía como que si algo estaba en el camino entre nosotras. En realidad, si, algo había en el camino – mi propia agenda! Nunca me di cuenta de cómo mi generosidad fue siempre dentro de mi propia agenda. Una vez que elegí que mi propia agenda estuviera fuera de nuestro camino, mi nuera no tuvo problemas para expresar su profunda gratitud para quien yo soy para ella, y en un instante nuestra relación se transformo – el amor y la afinidad se hicieron plenamente presentes!
Qué maravilloso que es el poder lograr de que no haya espacio para nuestra propia agenda en la distinción Equipo! Al liberar nuestra propia agenda para expresar Equipo, se presenta un nuevo mundo de posibilidades y oportunidades!